Todos, en algún momento, hemos realizado compras en línea. Gracias al internet, podemos realizar este tipo de operaciones desde la comodidad de nuestra casa, para mayor comodidad. Y acercándose el fin de año, esta operación aumenta, pues las tiendas y marcas comerciales lanzan múltiples ofertas y promociones que nadie quiere perderse.
Una compra online es un proceso fácil, rápido y muy práctico. Pero, lamentablemente, no todo es color de rosa cuando hablamos de compras en internet, pues hacerlo también implica ciertos riesgos. Uno de los más temidos —y también de los más habituales— es ser víctima de fraudes o estafas.
Uno de los modelos de robo más comunes es el llamado “fraude de tarjeta no presente” y ocurre cuando los datos del titular de la cuenta del banco ingresada al sitio son robados y usados de manera ilegal por otra persona. Esto suele pasar a través de mails y se le conoce como “Phishing”: engañan al receptor suplantando la identidad de la víctima. Otras veces, los estafadores suelen usar programas maliciosos y el robo se comete en cuestión de segundos.
Si eres cuidadoso y tienes en cuenta una serie de criterios, las posibilidades de ser estafado en internet serán mucho menores.
Existen ciertos puntos que puedes evaluar para evitar ser víctima de un fraude:
1. No respondas a emails desconocidos
Y mucho menos si contienen solicitudes de información personal. Muchas veces, los estafadores usan técnicas sencillas pero peligrosas para hacerse pasar por tu banco, alguna empresa o cualquier otra entidad. Muchas veces, intentan hacerte creer que quien te escribe es uno de tus contactos o persona de confianza, o que recibiste una oferta limitada que no puedas dejar pasar.
“¿Es mi banco realmente quien me envía este email?” Si no estás seguro, no respondas. Intenta contactar a tu banco para comprobar el origen de ese email o intenta resolver la cuestión a través de la página web oficial de la empresa. Pero, sobre todo, nunca des click en los enlaces incluidos en el correo electrónico ni reveles tus datos personales sin asegurar quién los está solicitando.
2. Verifica la seguridad del sitio web
Nunca compres en sitios web que no tengan el protocolo de seguridad. Presta atención al enlace URL del sitio web en el que vas a realizar tus compras. Si al inicio del enlace aparece “https://” significa que el sitio es seguro. Otro detalle que debes tener en cuenta son los errores ortográficos, típicos de sitios web no oficiales o fraudulentos.
Una vez realizada tu compra, te recomendamos borrar los datos de navegación después de efectuar la operación, especialmente si realizaste el pago desde una computadora ajena o de uso masivo.
Otra medida de precaución es desactivar la función “Autocompletar” dentro de las opciones de configuración del navegador. Así, evitarás que el equipo recuerde los datos ingresados (números telefónicos, direcciones o identificaciones) y tus datos estarán mejor protegidos.
3. Monitoriza tus estados de cuenta
Mientras que muchos bancos tienen sistemas de vigilancia que operan las 24 horas del día diseñados justamente para detectar fraudes y usos no autorizados de tus tarjetas, es importante poner atención a tus estados financieros. Si ves algo sospechoso, llama a tu banco inmediatamente.
También te sugerimos que, si no sueles viajar y realizas tus compras desde un mismo lugar, llames a tu banco y solicites que bloquee ciertos lugares geográficos. Por ejemplo, si vives en Estados Unidos, una compra que se haya llevado a cabo en India es ilegítima si no está autorizada por ti.
4. Ten cuidado con apps falsas
Lamentablemente, no todas las aplicaciones son legítimas y confiables, sobre todo cuando se trata de compras. Antes de descargar una app, asegúrate de que se trata de una tienda real. Las críticas en la tienda de aplicaciones o las faltas gramaticales en la descripción del artículo pueden ser sospechosas y delatar al propietario. Las apps que te piden que les des permisos excesivos, que son de pago o aquellas que solicitan los datos de tu tarjeta de crédito de forma inmediata también son sumamente sospechosas.
5. Genera una tarjeta virtual para realizar tus compras
¿Una tarjeta virtual? Sí, lo leíste bien. Se trata de un número vinculado a tu tarjeta real, pero con un límite de gastos y una fecha de caducidad, de forma que puedas hacer realizar compras de manera mucho más segura.
Existen ciertas plataformas que te permiten colocar cierta cantidad de dinero en esta tarjeta virtual e incluso cancelarla de manera automática una vez finalizadas tus compras. También puedes usar otros servicios (como PayPal, Amazon Pay o Apple Pay) que son más seguros que otros sistemas de pago. Algunos bancos también cuentan con esta función dentro de sus aplicaciones móviles.
No olvides de habilitar la función de “seguridad añadida” si utilizas tu tarjeta real. Ten en cuenta que, en cuestión de las compras en línea, es mejor usar tarjetas de crédito que de débito para pagar por internet, pues el nivel de protección es, por defecto, mucho mayor.
6. Extrema la seguridad en tu equipo y fuera de él
Instala en tu equipo un antivirus para estar protegido frente a amenazas. Técnicas como el “Phishing” o los “Keyloggers” pueden evitarse si este está actualizado y activo siempre que navegamos por Internet. Asimismo, evita introducir datos personales, sobre todo los de la tarjeta bancaria, cuando estás haciendo uso de una conexión a una red de Wi-Fi abierta. Ten en cuenta que los datos que transfieres pueden ser controlados por terceros, que podrían capturar la información de tu tarjeta para usarla en su favor.
7. Sé consciente de dónde y cómo usas tu tarjeta
Minimiza la probabilidad de ser víctima de un robo masivo de datos al evitar que una tienda almacene los datos de tu tarjeta de crédito en sus archivos. Ingresa la información de tu tarjeta de crédito cada vez que realices una compra online.
También, asegúrate de utilizar una contraseña o código de seguridad distinto para cada cuenta que tengas. El código debe ser distinto a los códigos que utilizas para tu cuenta de correo electrónico y otros servicios en Internet. Un gestor de contraseñas es la forma más fácil de generar y almacenar contraseñas únicas para cada página que usas.
Una de las cosas que quizás no consideres es el lugar en donde ingresas los datos de tu tarjeta de crédito. Puede sonar obvio, pero te recuerdo que no ingreses tus datos de tarjeta de crédito en público cuando la gente puede ver la información en tu pantalla. Por ejemplo, cuando andas en transporte público es muy fácil sacar tu tableta y realizar una compra rápida. Pero, piensa en quién puede estar viendo tu transacción.
8. Desactiva tu tarjeta
La mayoría de los bancos cuentan con una aplicación móvil para operar con mayor comodidad. En ella tienes diferentes opciones para proteger tu tarjeta de ciertas amenazas. Por ejemplo, la posibilidad de aplicar una capa extra de seguridad para introducir una contraseña siempre que terminas una compra online. Esto significa que, al momento de realizar una compra por Internet, recibirás a través de un mensaje de texto una clave en tu teléfono móvil cuando vayas a realizar la transacción para completar la compra.
Asimismo, en el caso de que pierdas la tarjeta, o temas que alguien se ha podido hacer con los números, puedes desactivarla de forma automática y activarla en cuanto lo necesites. Esta opción no bloquea la tarjeta, solo la deja sin poder operar durante el tiempo que tu elijas. Estas funciones también se pueden configurar a través de la página web de tu banco.
Con P-Card, tú tienes el control
P-Card facilita el proceso de gestión de gastos empresariales a través de una tarjeta y un software de control de gastos. Algunos ejemplos de lo que podrás realizar con cada tarjeta son:
– Pagos a tus proveedores sin necesidad de realizar gestiones con los bancos
– Pago de viáticos sin que los empleados utilicen su propio dinero.
– Conoce en tiempo real los gastos realizados.
– Elimina por completo el proceso de reembolsos.
– Emite tarjetas empresariales de forma física y virtual, sin la necesidad de trámites burocráticos de las entidades bancarias.
– Asegura que los recursos otorgados a un empleado sean utilizados de la forma correcta.
– Automatiza tus procesos contables digitalizando los gastos empresariales.
Ahora que conoces los beneficios de contar con una P-Card, solicita las tarjetas empresariales que necesites para llevar un mejor control de gastos de tu empresa.